QUIÈN TAN GRANDE COMO TÙ
                               I
En la bruma que envuelve a las olas,
en el matinal rocío, en el rutilante sol,
se vislumbra con tibios destellos
lo purìsimo y lo bello del ser que todo creò.
                          Coro
Es loarte todo lo que siento
pues en todo el universo no hay tan grande como tù.
Quièn podrà decir al mar inquieto,
enmudece y al momento cesar toda tempestad.
                               II
Quièn es ese que a la mar reprende
y los vientos le obedecen, dicen todos a una voz.
Mas su corazòn les manifiesta,
èl es Cristo el Nazareno, nuestro amante Salvador.
                               III
Èse Dios que vemos en las flores,
en los àrboles del bosque y en arroyos de cristal,
es el hacedor de maravillas
es al que mi alma se humilla, es el que me hace cantar.

CUANDO JESÚS SUBIÓ AL CALVARIO
                                    I
Cuando Jesús subió a la cima del calvario
muchos creyeron que con Cristo terminaban,
pero al morir Jesús allí la gran victoria él ganò
dándole la salvación al pecador.
                               Coro
Cuando colgado del madero dijo:consumado es.
Se había cumplido en él el plan de la divina redención,
//Y de la tumba victorioso con poder se levantò,
està en el cielo y por la fe en mi corazón.//
                                   II
Al ser colgado el Salvador se hizo maldito,
sufriendo horrores en la cruz hasta la muerte.
Allí su sangre derramò, por mi pecado la vertió
y de la muerte a la vida me llevò.

          PABLO EN CADENAS
                             I
Con mil angustias y lleno de quebranto
marcha el cristiano que a Dios quiere agradar.
Más no importa aunque en medio de las pruebas,
la salud de mi Jesús no faltará.
                         Coro
Solo no voy en medio de las pruebas
decía Pablo, aquel testigo fiel,
porque aunque voy atado con cadenas
llevo en mi pecho la esperanza de Israel.
                            II
Libre de dudas y libre de quebrantos
marcha el cristiano porque Cristo va con él.
En su esperanza que vislumbra mil albores,
pues su esperanza está en un nuevo amanecer.

       JESUCRISTO, EL SEÑOR
                                I
Jesucristo, el Señor, pronto, pronto volverá
// y a todos aquellos fieles
que limpiaron sus vestiduras
con su sangre derramada
a los cielos los llevará.//
                           Coro
Mi buen Jesús, yo quiero ir a los cielos a reinar,
contigo quiero ir mi buen Señor.
// Limpia bien mis vestiduras,quita de mí todo lo malo
y así podré llegar a la patria celestial.//
                               II
Pues la Biblia bien lo dice
cosa inmunda allí no entrará
porque Cristo el Cordero
resplandece en su santidad
y el padre celestial
santo tres veces santo es.
Jesucristo, el Cordero
resplandece en su santidad
y el padre celestial
santo tres veces santo es.

                     JERUSALEM
                               I
Jerusalem, santa ciudad,
viste nacer en una nochebuena al rey de amor.
En un pesebre tan humilde el Salvador,
nació tan pobre como el más pobre del mundo,
siendo el rey, siendo el rey, siendo el rey.
                           Coro
Tú dejaste tu trono y corona al venir
a sufrir en este mundo de tinieblas.
Tuviste hambre, tuviste sed, sufriste noches de dolor
por este mundo que no supo comprender tu gran amor.
Tuviste hambre, tuviste sed, sufriste noches de dolor
por este mundo tan infiel, tan infiel, tan infiel.
                               II
Jerusalem, fuiste tan cruel
al despreciar al santo que con palabras de amor,
quiso llevarte de la mano hacia Dios,
más no quisiste, su palabra despreciaste
siendo el rey, siendo el rey, siendo el rey.

                     A PRECIO DE SANGRE
                                        I
Una amarga lágrima cayó de sus ojos llenos de ansiedad,
ansiedad de un poco de amor, ansiedad de un poco de paz.
Sientes dentro de tu corazón el dolor que da la soledad,
el dolor de tanto sufrir, el rechazo de los demás, de los demás.
                                   Coro
Qué te importa que te digan los demás que ya no vales,
si hay uno que compró tu vida a precio de sangre.
Si la gente te ha mirado como cosa despreciable
es Jesús quien te ofrece su cariño incomparable.
                                       II
Buscas la manera de alejar de tu mente la inseguridad,
la inseguridad de sentir que tu sirves y eres capaz.
Pero sientes dentro de tu ser, dentro de tu inmensa soledad
una voz muy tierna decir: yo te amo, si de verdad, si de verdad.

       CUÁNTOS AÑOS VAGUÉ TRISTE
                                       I
Cuántos años vagué triste con mi pena y mi dolor
hasta que una voz me dijo: ven a cristo, pecador.
Èl consuela tu tristeza y perdona tus pecados,
y por ti pondrá cuidado si hoy le das tu corazón.
                                  Coro
Gloria, gloria a Dios, gloria a mi Jesùs,
que en la horrenda cruz, èl sufriò por mì,
para darme siempre su màs tierno amor.
                                      II
Oh, què triste aquel momento, ver mi espìritu abatido
por la espada de dos filos que cruzò mi corazòn.
Èse fue aquel amor que curò a mi pobre alma
que vagaba ya sin calma en mi triste situaciòn.

   EN TU DULCE PRESENCIA
                          I
En tu dulce presencia, Jesús estaré,
verè yo tu rostro que gozo tendré.
Que dando tu vida mi alma salvàs,
oh, tendré la dicha de verte, Señor!
                        II
He de ver tu rostro mi dulce Jesús,
tu cuerpo clavado por mì en la cruz.
Tus ojos por siempre me darán la luz,
oh, yo quiero verte muy pronto Señor.
                       III
El eterno día jamás cesarà
siempre viendo a Cristo qué gloria será,
con los redimidos reunidos con él
estaremos siempre por la eternidad.
                       IV
No habrá màs tristeza, no habrá màs dolor
no màs necesario el Consolador,
ya no habrá màs noche con la luz de Dios,
sòlo habrá alegría junto a mi Señor.

              SEÑOR ACUDO A TI
                             I
Señor acudo a ti buscando tu perdón
porque veo en el calvario la grandeza de tu amor.
Hoy quiero oír tu voz que antes no escuchè,
mis oídos yo tapaba y a mis ojos no quedaba ver.
                         Coro
Sè que no soy digno de presentarme a tus pies,
sè que nada tengo pues ya todo lo perdí.
// Màs tù has venido a buscar y a salvar al pecador
que perdido en este mundo necesita de tu amor.//
                            II
Tù dices ven a mì y descanso hallareis
porque todo el que a mì viene jamàs lo rechazarè.
Por eso hoy vengo a tì, a humillarme a tus pies,
a pedir que me perdones y que seas dueño de mi ser.

               NOCHES DE LLANTO
                                I
Noches de llanto, cuando los recuerdos atormentan.
Noches de llanto, cuando de pena estalla el corazón.
Sin encontrar alivio al fin en tu angustiado caminar
mientras las sombras dicen que muy pronto ha de amanecer.
Y tù te encuentras que al final un día màs ha de pasar
sin encontrar la paz del alma y el amor.
                           Coro
Escucha, porque tú vives ignorando
que Cristo murió por ti en aquella cruz.
Y si te rindes a Jesús no habrá mas noches de dolor,
él entrarà en tu corazón y te dará su dulce amor.
Muy pronto tù comprenderás que hay otra vida en Jesús,
sin que amanezca, tù veràs su luz.
                              II
Noches de llanto, cuando la lucha se hace vana.
Noches de llanto, cuando el licor no ahuyenta ese fantasma.
Y aunque tù busques con afán dentro del vicio y el placer,
no lograrás nunca saciar tu desdichado ser.
El alma sòlo encuentra paz cuando recibe al Salvador
porque disfruta de su inmenso amor.